Habrá tantas ocasiones para levantarse de nuevo, para resolver las caídas, para decidir si pensar.
Cómo cuando sospechamos que se acerca el fin, y no hay nada que nos haga seguir adelante…
Cómo cuando ves que no hay nada mas allá, que el camino está acabado, que la marcha atrás solo servirá para tomar conciencia del error. Como cuando tu cabeza dice se acabó, pero tu cuerpo insiste en dar otro paso. Otro mas.
Igual de débiles que lo puntos vitales del cuerpecito de un niño, endebles como los juncos en las riveras de los ríos, mecidos al amor de la corriente, resistiéndose pero desgastándose…
Quebradizos como los cabellos de los viejos, asustados como sus ojos, atenuados como sus sentidos.
Delicados, igual que las palabras susurradas, como los pies de la bailarina, como las manos del pianista sobre el damero musical.
Tenues como las luces tamizadas en las persianas, como los atardeceres de invierno y ese sol que se funde con el horizonte, bajando al mar, hundiéndose en sus aguas ennegrecidas por la falta de luz y calor.
Sutiles, como las frases hechas, las dichas sin intención, las que te marcan a fuego, las inolvidables.
Ligeros, como los linos en verano, suaves, imperceptibles, en caída libre.
Tan frágiles como las piedras arenosas en las manos de los niños. Se desmoronan, se pierden entre sus dedos, se pierden…
Pero luchas.
Hay motivo o te lo inventas. Y recorres el sendero de tu vida. Por la orilla, como sin querer volver, y aprendes que lo vivido es necesario. Que tomar conciencia de lo inútil te repone de tus penas. Y que vale la pena seguir. Y lo haces. Y en tu camino encuentras a aquel que lo vivió y se sabe de memoria el pensamiento que te invade y te aconseja y te dejas ir. Otra vez. Pero la mano amiga, la que se acerca a tu mejilla no consiente y no te lleva, solo guía tu cabeza hacia otros mundos, y te enseña tu interior.
Quién anda ahí, que te resulta extraño, desconocido. No te reconoces. Y lo ignoras porque te imaginas que no puedes. Y no puedes.
Pero luchas. Hay motivo.
Sobrepones a tu alma y te reinventas, y te lanzas a la calle a disfrutar de lo sabido, de lo vivido en otro tiempo, de ser tu. La versión mejorada de tu yo. La verdad mejorada de tu vida.
Frágil para vivir, frágil para continuar, frágil para reponerte y comenzar.
Fortaleza encontrada contra la fragilidad. Fuerte para luchar. Y para ganar.
«…aprendes que lo vivido es necesario»
preciosa selección musical para estas letras, preciosa :o)
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Gracias Javier. Encantada de encontrarte por aquí. El tema musical es una sugerencia que hice mía, porque me encantó. Gracias.
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A veces cuesta encontrarle sentido a la vida, pero hay que buscar nuevas ilusiones que nos ayuden a seguir disfrutando de los días que quedan por vivir. Mucho ánimo y fortaleza, siempre hay que pensar que lo mejor esta por venir.
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Aprender de lo vivido, respirar y seguir a adelante. Lucha de gigantes.
Gracias Miguel.
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Un momento….. Eh túuu!!! Sal del cuerpo de mi amiga pero YA
Así habla la qué me enseño a mí a luchar?
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Jajajaja. Nos enseñamos mutuamente Eva. Así es. Pero recuerda que ni se de todo lo que escribo, ni me pasa, que no quita que me haya pasado, porque siempre hay algo del autor en lo que se escribe. Prepárate que mañana te daré un besazo de los nuestros. Hoy de momento solo te lo envío. Muaccccasss
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Eeeh! Esa no es la persona que conozco…mi amiga…la que siempre anima….arriba ese ánimo! !!!
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Os habéis puesto de acuerdo o qué pasa!??? Ves porque no quería escribir?? jajajajaja. Tranki Javier. Todo OK. Besazo y #Tilenusparatres que me quita las penas ;)) Graciasss
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Buenos días.
Tú misma lo dices muy bien… «Frágil para vivir, frágil para continuar, frágil para reponerte y comenzar. – Fortaleza encontrada contra la fragilidad. Fuerte para luchar. Y para ganar».
Somos frágiles (perdón… nos sentimos frágiles) cuando estamos abatidos, hundidos, descentrados… pero en el fondo somos fuertes, porque seguimos adelante, nos levantamos, sacamos fuerzas de donde pensamos que ya no las teníamos.
Éramos, y dejamos de ser (recuerdo tu entrada «nunca dejes de ser» que, si bien se centra en otro aspecto bien puede valer), pero queremos volver a ser, nos apetece volver a ser.
Es un tira y afloja, una lucha entre dejarse caer o esforzarse en levantarse. Y unos días ganará una opción y otros días ganará la otra.
De las caídas y tropiezos se aprende y sale, aunque en ocasiones sea con una lesión permanente (que siempre puede ser tratada por buenas manos amigas).
Un besazo. Y de nuevo enhorabuena por tus escritos.
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Fer, deberías escribir. No digo más. Beso.
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Genial!!
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Me encanta, siempre hay motivos para luchar y si no te los inventas…preciosa y esperanzadora Mayte…
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Gracias María José. A veces te pasan cosas que te paralizan. El tiempo, sabio, nos recoloca. Y las manos amigas que nos guían, dándonos besos y collejas en su justa medida. Mil gracias por pasarte. Beso!!
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JODER JODER JODER esta increíblemente bien, me encanta, un fuerte abrazo 😘
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Voy a tener que lavarte esa boquita con jabón. O mejor no. Me encanta que te guste. Y me encanta que te expreses como mejor te parezca. Besazo Emilio.
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¿Ves?Tenías que escribir. Hay cosas que solo se dicen con determinados estados de ánimo. Aunque se piense siempre lo mismo, no se expresa igual estando feliz, que nostálgico, que triste, que sólo o acompañado. Chapeau!
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Gracias Camino. Tu si que sabes. Besazo!!!
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Hoy Mayte, más que ningún otro día, el texto lo hago totalmente mío, coincidencia, circunstancias.
El caminar por la vida nos pone a prueba, cada golpe, cada cicatriz que nos deja debe servir como tú dices para aprender de lo vivido y ser más fuerte.
Por frágiles y sensibles que seamos, debemos sacar de cada experiencia la fortaleza para seguir adelante, para vivir la vida. Pero que esa fortaleza nos haga dejar de sentir, de disfrutar, en una palabra de vivir.
Mi lema vital es vivir para sentir.
Hoy más que nunca, gracias Mayte, tu escrito me ha venido como anillo al dedo.
Dos besazos.
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Me alegra un montón que me digas eso Javier. Al final mi objetivo no es otro que expresarme y que quien me lee, pueda identificar sentimientos que a veces por profundos, o desconocidos, o escondidos no afloran facimente. La fuerza no nos faltará. Eso seguro. Gracias Javier!!
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Sublime, solo puedo decir eso, y… fortaleza para sacar esos sentimientos, emociones. También para arriesgar, para dejarnos llevar a veces por la locura, y sobre todo para nunca dejar de soñar.
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Gracias Cristina. Todos tenemos esos momentos en que parece que no remontas, y siempre habrá alguna buena amiga que te eche un cable para reaccionar y vivir. No te pierdas mi nueva entrada guapísima!!!
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