¿NOS FUGAMOS?

Quiero fugarme contigo. Quiero que llegues, que me agarres la cintura, que me digas que nos vamos, desaparecer a tu lado.

Necesito que me atrapes en tu vuelo, que me lleves en tu viaje, que dirijas mis pasos hacia el infinito. Juntos.

Apuesto que cuando vengas a buscarme estaré dispuesta, libre de equipajes, libre de temores, libre de ataduras y mordazas. Quiero ser libre y decidir en libertad.

Atrápame con tus brazos y llévame de aquí, cojamos un vuelo a ningún lugar. Solos tú y yo, sin pensar, sin decidir. Sólo deseo y pasión y alegría y mañanas por venir, y atardeceres naranjas.

Quiero el mar azul. Mojar los pies en la orilla. Caminar por la arena sin reparos.

No quiero prisas. No quiero horarios. No quiero fechas. Quiero que no pase el tiempo. Que ni siquiera exista. Que cese de una vez el doloroso tic tac que marca siempre tu compañía. Y acabar el día cuándo estemos agotados de mirarnos a los ojos. Y empezar el día cuándo notemos la necesidad de amarnos. Y trazar el día con las yemas de mis dedos en tu cara.

Me apetece desayunar en la cama, y comer en la cama, y cenar en la cama. Y me apetece alimentarme de ti, de tu ansia que quererme. De mi necesidad de llenarme de ti.

Y de llenar de alegría tus momentos.

Y de pensar que todo tiene solución.

Desperezarme en tu boca. Probar tu aliento en mi nuca. Sentir tu cuerpo cercano. Entrar en tu alma escondida y florecer, como la primavera en la nieve.

Ganaré la batalla de tus besos. Ganaré ese viaje deseado. Ganaré la fuga que planeaste para mi y la disfrutaré contigo y la disfrutaremos juntos.

No quiero «pero«, ni quiero «puede«. No quiero dudas. No tengo dudas.

Quiero vivir. Quiero vivirlo. Quiero vivirte. Quiero fugarme contigo…