OMBLIGO

Me apetece el reposo de tu ombligo. Ese lugar cálido en el que me acoges. Ese al que quiero volver siempre.

  

Me siento seguro en tus huecos. Me siento perdido sin ellos. Quiero, necesito, puedo.

Encadenado a tu cuerpo y a tus brazos, en el sosiego del después me siento libre.

Apasionados instantes de cordura y reflexión, de vuelta  la calma, de necesito estirarme y encogerme y abrazarme a tus abrazos.

Me gusta sentirme así, sin premuras, sin mesuras, sin disgustos, sin saber. Y conociendo que lo que quiero está ya aquí.

Prefiero acurrucarme y dormirme y despertarme, a soñarte y no tenerte. Acude a mí ese momento en que deseo y necesito y no te tengo. Y la añoranza me envenena y no puedo dar un paso porque me caigo al vacío si no estás.

Esperanzas de otros días a tu lado. De momentos descontados del tiempo que se nos va.

Cada vez estoy mas cierto y mas seguro que eres tú. Que quiero todo contigo. Que no me vencerán esos que me pidan mas respuestas. No necesito preguntas. Sólo necesito TÚ.

Tú. Que apareces y que vienes y te vas. Y reconozco el sonido de las voces que acompañan mi recuerdo y no te tengo y te añoro y quiero volver a estar. Y me arrugo y desespero y me marco un objetivo porque sin el no concibo este pesar.

Todo por algo. Seguro. Convencido. Atrevido. Esperanzado.

Todo por algo y por mí. Y por ti.

No me aturde la distancia de tus besos o la ausencia de tus piernas en mis piernas. No me dejo que me venza la cordura de no saber donde estás. No me vence el desencuentro ni la intención de ser ya.

Paciencia. Para tenerte, paciencia.

Sólo es tiempo. Y un espacio aletargado entre los dos que tenderá puentes nuevos que me lleven hacia ti.

Quiero hallarme en tus anhelos, para perderme en tu ombligo.