DESTINO

Desde hace un  tiempo no dejo de pensarte, de imaginarte, de desear que llegues.

No quiero dejar de hacerlo, y me conformo con crearte en mi cabeza.

 

Me imagino tu llegada y te acojo con cariño en mis estancias. Abro las ventanas para que respires el verano, y la tormenta y el calor. Y tomas asiento a mi lado y me rozas con tu aliento y conversas con mis labios.

Me gusta lo que me cuentas, me gusta cómo respiras, me gusta que te acerques persuasivo. Como si eso fuera necesario.

Me tienes atrapada en tus sentidos. Sólo quiero que te acerques y sentirte. Y que sientas que te lo puedo dar todo. Y que te quedes.

Necesito convencerte y crear la necesidad de mí.

Mis hazañas no terminan en tu cuerpo. Te trascienden y amenazo con desearte hasta morir.

Cómo me gusta dormirme y perderme entre los sueños. Y encontrarnos en la orilla de tu mar. Y verlo amanecer contigo.

Y el atardecer. Y las estrellas iluminando mi alcoba. Y esas sábanas frescas que acogen la pasión de este momento.

Y no quiero despertarme y no saber que me encontraré ni dónde. Pero sé que aún no eres mas que una idea idealizada.

Se me está haciendo enorme la espera. Pero no decaigo en mi intento de buscarte.

Me acobardo algunas tardes. Agotada. Noches en blanco. Y en negro.

Quiero el color de tus ojos. Quiero tu sonrisa resbalando por mi oreja. Quiero respirarte y sentir tu respiración. Necesito controlarme y me planteo si lo quiero de verdad.

Esta sensación de poder y no poder. De querer y no tenerte.

Se me hace cuesta arriba, pero no desistiré. El empeño de mis sentimientos y por encima, el deseo de enamorarme de ti. De enamorarte. De entregarme y ser uno contigo.

Quiero creer que hay alguien que me sueña y me desea y me anhela y desea que sea con él.

Seas quien seas siempre eres bienvenido a mis pensamientos.