DÍSELO

Dile que ya es tarde, que las oportunidades se acaban, que las ganas se agotan, que no estoy por la labor de perdonar, que me cansé de esperarle y que sé que no va a cambiar.

Díselo. Y dile que me deje, que necesito respirar, y volver a pensar que es posible vivir. Dile que se aleje de mi lado, que se hace daño y me lo sigue haciendo a mí.

Dile que he sufrido, y que quiero dejar de hacerlo.

Dile que estuvo bien casi todo el tiempo, pero que hace mucho que dejó de estarlo, y que ésto sólo es una consecuencia de lo que debería haber sido.

Dile que me resistí a dejarle, que no quería que se fuera, y que luché hasta el final por mantener con vida nuestra historia, y dile que me dí por vencida, que ya no voy a escuchar más sus negativas y lamentos, sus pesares.

Dile que en realidad ya no quiere estar conmigo, pero que se siente solo, perdido, como yo…

Dile que debe de reaccionar, y mirar hacia adelante y no dejarse convencer por la necesidad de estar de nuevo conmigo, porque en el intento de estar juntos ha perdido. Y yo he perdido mi capacidad de dar. Y de tomar.

Dile que no le guardo rencor, que no le odio por ésto, que siempre será mi  amigo. Pero en la distancia.

Dile que no puedo soportar oir hablar de él, de su infelicidad, de su necesidad de volver a estar conmigo.

Dile que no puedo entender lo que pasó, pero que comprendo que pasara, y que he llegado a concluir que la necesidad y la costumbre era más fuerte que el amor por mí misma. Y que ahora quiero ser yo, y quiero quererme más, y quiero hacerlo mejor.

Dile que deje pasar el tiempo, y que en un futuro cercano nos encontraremos y nos invitaremos a café y sonreiremos recordando.

Dile que llegó el momento de tomar otros caminos. Que ya no quiero. Que ya no le quiero.