DUDAS

-¿Quieres que vaya?-

– Ven-

Desde que se habian pronunciado esas dos frases, había pasado tiempo. Suficiente para plantearse si de verdad era lo que quería o no.

En realidad era lo mas parecido a una aventura. Había sucedido de manera extraña. Habían comenzado a hablar y sin saber muy bien cómo, se habían plantado ante esta situación nueva. Arriesgada. A veces pensaba que sin sentido.

No dejaba de hacerse las misma preguntas.

¿Y si no salía bien?

¿Y si no era lo que esperaba?

¿Y si se convertia en una relación amorosa ocasional?

O ni siquera eso, ¿y si lo perdía todo?

¿Era eso lo que quería?

Pero había muchos otros «Y si», que llamaban su atención. A los que prestar atención. Que le hacían soñar. Que le indicaban que el camino era ese.

¿Y si era lo que había imaginado?

¿Y si por fin había encontrado el complemento perfecto?

¿Y si lo ocasional se convertía en real, en permanente, en duradero?

Demasiadas preguntas…

Debía concentrarse en lo importante. Iba a conocerla, iba a poner cara, cuerpo y voz. De frente y por fin. A la que, durante meses, había ido convirtiendo en confidente, en amiga, en su mejor amiga.

¿Era posible?

Iba  ser posible. Estaba siendo posible.

Estaba preparado. Llevaba pensando en ese momento toda la semana. Imaginando. Soñando.

Quería convencerse, y estaba convencido. Sólo esperaba que ella sintiera lo mismo. Los mismos anhelos, las mismas ilusiones, los mismos temores.

Las mismas dudas…

-Hola-

-Te estaba esperando-