Iban a verse por fin.
Tras meses escondidos tras un teclado sentían que se conocían de toda la vida.
Pero no se conocían.
Y había que ponerle solución a aquel disparate.
Categoría: relatos
sonrisa
Te prometo una sonrisa. Un gesto de alegría. De placer.
Te prometo elaborar un catálogo de risas. Para despertar, para quitar los miedos, para estar presente, para estar dispuesta.
Te prometo no cansarme. Reinventarme y actuar.
Y no olvidarme que estás.
Te prometo ser feliz.
HUMO
Cada tarde al dar las ocho en el reloj, él esperaba que ella saliera para irse juntos.
LOCA
FELIZ
Encendió la chimenea y dejó que la habitación comenzara a caldearse.
Se encendió un pitillo.
Se sirvió una copa.
Y esperó.
ENCERRADA
Últimamente se encerraba en casa por cualquier motivo.
NADA MAS
Mientras pasaba las paginas del libro le iba recordando.
El aroma a hojas nuevas, a librería de barrio, a madera añeja y a brandy.
Su aroma y su recuerdo le invadían sin lograr desprenderse de él.
No podía y no quería olvidarlo.
PERDER
La reconoció sin duda.
Se acercó a su espalda, olió su perfume, escuchó su risa.
Acercó la mano a su pelo y no se atrevió.
Giró sobre sí mismo y se fue de allí.
AMAR
Desde niña, sentía que algo en ella era diferente
MAGIA
Por fin llegaba la noche.
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OCASO
TODO DE MI
ELIMINAR
Cuando salió de su última clase conectó su móvil y vió su mensaje:
-Gracias por contestar! Un saludo y mucha suerte…-
AVANZAR
VIAJES
El día antes a cada viaje se ponía nerviosa.
OTRO NOMBRE
Dejó de gustarle Fito porque le gustaba a ella.
ETERNIDAD
«Será fácil demostrar cuánto te quiero. Sólo tienes que dejarte…»
DUDAS
PASIÓN
Él la estaba esperando.
205
Deslizó la llave de su habitación entre sus manos. Y esperó.
Hacia meses que llevaba pensando en ese momento.
Quizás no se atrevería.
Tampoco habían tenido oportunidad. Bueno, quizás alguna desperdiciada por no alcanzar a ver la realidad.
Sospechaba que el sentimiento era mutuo. Y el deseo.
Reconocía, o creía reconocer, esas señales de las que hablaban.
Notaba como le miraba nerviosa.
Respiraba con dificultad cuando estaba a su lado.
Sus latidos se aceleraban.
Notaba su sonrisa en la nuca cuando ella estaba cerca.
Y sonreía…
Tenía esa extraña capacidad de ponerle nervioso.
Ella.
A él.
Parecía un extraño experimento. Y quería saber que se sentía.
Pasó del pensamiento al deseo.
Del deseo a la necesidad.
De la necesidad al plan.
Y planeó pasar esa noche con ella.
Coincidirían en la misma ciudad.
No era la suya.
No era la de ninguno de los dos.
Imaginó que así, todo seria mas fácil.
Planeó hasta el ultimo detalle.
La habitación, el ambiente, el aroma, la música, las copas.
Contaba con el factor sorpresa.
Intuía su deseo pero no podía confirmarlo.
Sólo intuición. Y mucho, mucho deseo.
Se acercaba el momento.
Habían cenado con un grupo de personas.
Heterogéneo.
Y ella estaba preciosa.
Sencilla.
Risueña.
Habladora.
Entregada a su misión de mostrarse encantadora. Y entregada.
Cómo le gustaba…
No podía esperar mas.
Necesitaba acabar la velada de una vez, y parecía que no iba a suceder demasiado pronto.
Después de un par de invitaciones a beber, de sonrisas compartidas, de risas susurradas, llegó el momento de las despedidas.
Compartían hotel, de manera que compartieron taxi hasta la puerta, compartieron ascensor hasta su planta, compartieron pasos hasta la 205.
Deslizó la llave de la habitación entre sus manos. Y esperó.