LAGRIMAS Y LLUVIA

En un momento de mi vida en estos meses, pensé en irme. En irme lejos. A un lugar donde reinventarme. Donde nadie me conozca. Donde todos los pasos sean nuevos. Donde olvidarme de ti.-

  

Así comenzaba el correo que acababa de recibir. Cuando abrió su bandeja y lo vió, sintió un nudo en el estómago. Hacía meses que su relación había terminado de manera tormentosa. Habían llegado a acuerdos forzados por la situación, pero sobre todo por el gusto de acabar con todo lo antes posible, sin pararse a decidir demasiado.

Cuando decidiste acabar con todo, caí en un pozo del que creí que nunca iba a salir. Sentí odio y rencor hacia ti.-

Era la primera vez que él le hablaba sobre sus sentimiento en todo ese tiempo. Ni siquiera lo había hecho antes. No era ese tipo de hombre. Reservado, taciturno, con ese halo de misterio que la enamoró y la desesperó.

No ha sido fácil sacarte de mi cabeza, pero sobre todo no ha sido fácil rellenar el hueco que dejaste en mi corazón. Siempre tan fría. Calculándolo todo. ¿Calculaste también el daño que me hiciste mientras vivías conmigo?-

Cómo se atrevía a hablarle a ella, a ella, del daño ocasionado. Días enteros sin apenas dirigirse la palabra mas que para el roce necesario de la convivencia. Y se atrevía a decirle…

-No ha sido fácil comenzar de nuevo. Porque todo giraba en torno a tí, eterna protagonista de las vidas de los otros. Manejando a toda costa los hilos de mi propia vida.

Notó como las lagrimas se derramaban en sus ojos. Cerró el correo. No iba a seguir leyendo. No podía. Pero, ¿qué se había pensado? Hacía meses que había terminado. De manera tormentosa. Y ahora, que apenas se estaba recuperando, aparecía con reproches que nunca jamás salieron de su boca. Era ella quien tomó la decisión. Quien pronunció aquellas palabras que pusieron fin a los años. Quien le dijo «Se acabó».

Miró la pantalla de su PC. Su intención era enviar aquello a la papelera, pero el deseo de saber, de seguir leyendo le quemaba por dentro…

-¿Calculaste el daño que me estabas haciendo al decir que era el final?.-

Por supuesto que lo hizo. Fueron noches sin dormir, de pensar, de darle vueltas, de buscar lo positivo, de revivir momentos dulces, de escapar de los amargos. Y sí. Calculó que le haría daño, pero que se quería mas a ella, que necesitaba vivir en otra vida. Su vida.

-Durante mucho tiempo el rencor me hizo desearte lo peor que se me ocurre. Que nadie volviera amarte jamás, como lo hice yo, que nadie se entregara a ti, como lo hice yo, que nadie te hiciera feliz.-

Necesitaba acabar de leer ese panfleto, esa declaración de principios, ese reproche novelado. Necesitaba escapar de una vez.

-Pero ahora me he dado cuenta de tus razones, de tus disgustos, de que el amor es cosas de dos, y de que el desamor es cosa de uno diciéndole al otro «Se acabó». Y del otro, que cuando escucha esas palabras, nota crecer dentro de si todo el rencor que nunca creyó que existiera. Me he perdonado. Por no quererte bien, por no entender, por no poder, y por guardarte rencor. Y te pido perdón, porque no me puedo ir, porque sigo aquí, porque guardo tu correo, por no saber asumir que se acabó. Hora de desaparecer de tu vida. Hasta pronto, o mejor, adiós. Te olvidaré. Me reinventaré. Seguiré sin ti. Y sin rencor.-

IMG_20150127_181741

Hacía años comenzó una relación con él creyendo que sería para siempre. Hacía meses que su relación había terminado de manera tormentosa. Apenas hace un minuto comprendió, que por fin podrá curarse.

22 comentarios sobre “LAGRIMAS Y LLUVIA

  1. Bueno, bueno…hoy me tocas de lleno.

    Esa situación la conozco muy bien, por desgracia (o por fortuna)

    No es fácil no, y duele… duele mucho recibir esos reproches que te convierten en el (la) culpable de todo; como siempre.

    Aguantas, intentas prolongar la relación (casi siempre pensando en terceras personas para no hacerles más daño)… Pero ¿qué relación? Fría e inexistente… A veces ni el simple roce provocado por compartir un techo (que no habitación ni cama)

    Vaya, me estoy yendo por las ramas y no es esa mi intención.

    Ojalá que los protagonistas de esta historia puedan rehacer sus respectivas existencias y volver a vivir.

    Un beso Mayte, un relato precioso para volver a leer en calma.

    Le gusta a 1 persona

  2. “Lágrimas y lluvia”, titulo adecuado para un día como hoy.
    Te leo, y veo, y siento todo lo que conlleva una ruptura; dolor, rencor, amargura, despedida, adiós, perdón, comenzar de nuevo. .
    Una historia de vidas comunes, que por fin se separan y se convierten en vidas paralelas, sin reencuentro posible. Que por fin han encontrado el cambio de agujas, que ha hecho que se sus vidas se alejen correctamente. Que cada uno tome su camino y de sentido a su vida.
    Él sin ella, y ella sin él.
    Hoy más que nunca me ha costado leerte. Coincidencias, presentimientos.
    Hoy más que nunca me está costando escribirte, y no porque no me haya gustado tu relato, no. Todo lo contrario, hoy más que nunca lo siento, lo vivo. Hoy como siempre muestras los sentimientos a flor de piel, se sienten, se perciben.
    Muchas veces has contestado a mis cometarios, me gusta hacerte sentir, que vivas la historia como tuya.
    Pues eso, hoy tu relato lo vivo y lo siento más que nunca.
    Hoy más que nunca me hubiese gustado no leerte, no sentir lo que he sentido.
    Hoy más que nunca está siendo un día de “Lágrimas y lluvia”.
    Mayte, hoy más que nunca, y lo sabes, gracias, muchas gracias.
    Mayte dos besazos, dos.

    Le gusta a 1 persona

  3. Esta mañana no pude leerte con suficiente tranquilidad. Ahora con más calma te leo y comprendo tu relato. No sé si es que tienen magia tus palabras, o la tienen tus historias, o es que la magia la tienes tú, o es que le pones magia a todo lo que te rodea, lo cierto es que tocas los temas más cotidianos con una claridad y con una sensibilidad exquisitas. Bye bye a los capítulos rotos!! Chin chin por las nuevas etapas!!

    Le gusta a 1 persona

  4. Hay que seguir y pasar página, desde luego, y apartarnos de lo que nos hace daño. Por suerte, hay muchas historias que vivir y contar. Por suerte, estás tú para hacerlo. Gracias preciosa 😘😘

    Le gusta a 1 persona

  5. Que decirte princesa, tengo todas tus palabras resonando en mi alma, en mi mente, en mi corazón, tal vez, lo mejor, para los protagonistas de esta historia sea un adiós, sin reproches, pero es inevitable , verdad? ya que una de las partes no siente igual, pero me voy a quedar con la ultima frase si me lo permites, comprendió que por fin podría curarse, eso le deseo al protagonista, que sea inmensamente feliz, un millón de besos

    Le gusta a 1 persona

  6. Como duele acabar una historia, aunque seas tu el que pase la última página, no es fácil y toca aguantar los reproches. Que bien lo has descrito……pero a veces es una sorpresa abrir un nuevo libro y empezar despacito desde el prólogo, llenando las páginas en blanco y disfrutando cada palabra sin miedo a saber…….el final.
    Gran relato. Un besazo para ti

    Le gusta a 1 persona

    1. El dolor es necesario y converge con el desamor. Puede parecer fácil, pero no lo es. No es fácil decidir, no es fácil avanzar, no es fácil retomar y crear una vida nueva sin…, pero es necesario. Y en la distancia la satisfacción la da el saber que la decisión te ha hecho crecer. Gracias Carlota.

      Me gusta

  7. Pues si…..se muy bien de lo que hablas. Tambien he pasado por ahi….aguante demasiado……y demasiado tiempo. Pero ya no mas….Ahora toca vivir….vivir sin nadie que te haga infeliz. A levantar cabeza…a tirar palante.
    y emplear tu energia en ser vivir conforme lo sientes….haciendo cosas que te hagan feliz

    Le gusta a 1 persona

    1. ¿Cuánto es demasiado? ¿Cuánto es demasiado tiempo? ¿Cuándo sabes que ya está? ¿Cuándo eres capaz de reconocer que necesitas vivir de otra manera? y ¿Cuánto se tarda en tomar la decisión? ¿Cuándo sabes que la decisión es la correcta? ¿Cuándo dejas de hacer daño y de permitir que te lo hagan? ¿Cuándo?

      Le gusta a 1 persona

Deja un comentario