Iban a verse por fin.
Tras meses escondidos tras un teclado sentían que se conocían de toda la vida.
Pero no se conocían.
Y había que ponerle solución a aquel disparate.
Quedaron a las seis.
Las sombras de noviembre mitigaban la luz que desprendían por el deseo de tocarse.
Llovía.
Sentían un cosquilleo extraño en las costillas.
Cada uno a su modo necesitaban dar aquel paso decisivo.
Aquel paso que marcaría el limite entre la amistad o algo mas.
Porque el sentimiento estaba ahí. Eso seguro.
Se han sentado frente al otro y se han ido aproximando poco a poco creando su ambiente mas íntimo.
Han compartido risas, miradas, tímidas caricias.
Han pasado ya tres horas.
Y no quieren despedirse aún.
La mira despacio. Busca en la profundidad de sus ojos la respuesta. Y se atreve.
La besa por fin. Y ella le devuelve el beso deseado tanto tiempo, deseando que no acabe.
Y se sueltan y se miran y se abrazan y repiten ese beso.
Se han echado de menos y sospechan que se extrañaran mas tarde.
Cuando todo haya acabado.
O empezado.
Que bella cita!
Abrazote
Me gustaMe gusta
La mas esperada, bella y mejor cita 😊
Beso enorme!!
Me gustaMe gusta
Que precioso encuentro y qué bien expresado. Besos a tu alma.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Mar. Como vivido en primera persona.
Besos de vuelta.
Me gustaLe gusta a 1 persona